El incendio destruyó investigaciones de alumnos y profesores e incluso piezas prestadas

El Museo Nacional se había convertido en los últimos decenios en uno de los centros más relevantes de investigación nacional

Fernando Tadeu Moraes

Además de su papel público, de almacenar y exhibir una parte importante de la memoria del país, el Museo Nacional de Río se había convertido en los últimos decenios en uno de los centros más relevantes para la investigación nacional.

Al consumir parte significativa de la colección de 20 millones de piezas, el incendio, que se originó la noche del domingo (2) y persistió durante seis horas, arrasó también décadas de trabajo de la mayoría de sus profesores y afectó de forma irremediable la investigación de cientos de alumnos de postgrado, repercutiendo en la ciencia brasileña e internacional.

Estudiantes de posgrado que perdieron sus investigaciones en el incendio del Museo Nacional - Folhapress

Con 89 docentes y cerca de 500 alumnos de maestrías y doctorados, el museo ofrecía seis cursos de postgrado. Asimismo, era el centro de pesquisas de investigadores renombrados internacionalmente, como Eduardo Viveiros de Castro, Alexander Kellner y Otávio Velho.

"Las colecciones que estaban fuera del palacete eran las de botánica y las del departamento de vertebrados. Todo lo demás estaba dentro del edificio que se incendió ", dice Luciana de Carvalho, profesora de paleontología del Museo Nacional.

Se estima que las investigaciones del 70% de los profesores y alumnos se vieron afectadas. Se extinguió, además, una parte significativa del espacio físico utilizado para las actividades, como laboratorios y salas de docentes.

Entre las piezas destruidas por las llamas se encuentran también préstamos de otras universidades, muchas de ellas extranjeras. "Es algo grave y lamentable, pero no podemos hacer nada; no se puede producir un nuevo material". De acuerdo con Carvalho, las instituciones que perdieron piezas serán informadas a lo largo de las próximas semanas.

El impacto de una destrucción como esta va más allá de la ciencia brasileña, según la paleontóloga.

"Tenemos que entender que la pérdida no es sólo para la ciencia nacional, sino también para la mundial. La colección de la que soy comisaria recibía a científicos del mundo entero para comparar ejemplares y permitir la descripción de nuevas especies”.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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