Bolsonaro es católico pero invierte en la pauta evangélica

Hace años Bolsonaro construye un sólido puente con los evangélicos

Anna Virginia Balloussier
São Paulo

Dios, Dios, Dios, Dios, Dios, Dios, Dios.

En el primer discurso que dio tras ser elegido presidente de Brasil, Jair Bolsonaro evocó en siete ocasiones al máximo ente de las mayores religiones del planeta. Y si llegó tan lejos puede dar gracias a Dios pero también a líderes evangélicos que dicen hablar en su nombre.

Hace años Bolsonaro construye un sólido puente con el bloque religioso de mayor expansión en el país. Los evangélicos eran el 9% a comienzos de los años 1990 y hoy son 3 de cada 10 brasileños.

Jair Bolsonaro es bautizado en las aguas del río Jordán, en Israel

Salpicó con accesorios religiosos sus primeras palabras después del triunfo electoral. "Fui a buscar nuestro eslogan en lo que muchos llaman de caja de herramientas para reparar al hombre y a la mujer, que es la Biblia Sagrada", afirmó.

Uno de los dos pronunciamientos que hizo el domingo de la victoria fue precedido por una oración liderada por el pastor y senador Magno Malta (PR-ES), que no consiguió reelegirse, pero puede ganar un cargo en el gobierno del amigo.

Casi todo el mundo se confunde y considera a Bolsonaro evangélico. No lo es. No obstante, está casado con una adepta a esta fe, Michelle, y su interlocución con los pastores es más que buena, de hecho, el pastor Silas Malafaia fue el responsable de celebrar su tercera boda y en el altar exaltó a un Dios que hizo a "varón y hembra" y " el resto es blá-blá-blá ".

Sin embargo, desde siempre el capitán retirado se ha declarado católico y por ahora no parece que esto vaya a cambiar.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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