La fragmentación partidaria bate récord en Brasil y se convierte en un caso raro a nivel mundial

La composición de los partidos aún puede cambiar hasta el inicio de la próxima legislatura

Brasil nunca tuvo una Cámara de los Diputados tan fragmentada como la que acaba de ser elegida.

La composición de los partidos aún puede cambiar hasta el inicio de la próxima legislatura, entre otros motivos porque una enmienda constitucional vetará el acceso de pequeños partidos a tiempo de propaganda en la TV y al fondo partidista, a partir del año que viene.

Aunque se produzcan migraciones en casi una decena de partidos menores, la fragmentación seguiría batiendo un récord o estaría cerca de ello.

El indicio más evidente de la fragmentación es el número de partidos representados en la Cámara que acaba de salir de las urnas: 30, ante 28 tras las elecciones de 2014 y 18, tras los comicios de 1989 a 2002.

No obstante, no solo el número de partidos reales es una señal de fragmentación.
 

Pleno de la Cámara de los diputados en Brasilia

Los indicadores de concentración habitualmente utilizados por las ciencias sociales demuestran que la Cámara brasileña batió un nuevo récord. Se convirtió en una aberración mundial que sólo pierde ante Papúa Nueva Guinea, en Oceanía.

Uno de esos indicadores es el número efectivo de partidos, propuesto en 1979 por el politólogo finlandés Markku Laakso y su colega estonio Rein Taagepera.

Esta medida, calculada por una fórmula matemática, toma en consideración no sólo el número de siglas (los partidos electorales), sino también el tamaño de cada sector en relación al total de escaños del Parlamento y demás sectores, es decir, su relativo peso ponderado.

En la Cámara recién electa, el número efectivo de partidos llegó a más de 16. Entre 1989 y 2010, se quedó en cerca de 9. Tal indicador suele quedar entre 3 y 6 en otras democracias. En estos parlamentos, la votación media del partido que lidera las elecciones se sitúa en torno al 40%. En Brasil desde 1989, no pasa del 21%. En estos comicios, se ha quedado en el 11%.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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