Aumentar el acceso a las armas en Brasil no reduce el conflicto con la muerte, según estudios

La proliferación de armas no es una estrategia de seguridad pública

En Brasil, el economista e investigador del Ipea (Instituto de Investigación Económica Aplicada) Daniel Cerqueira es el autor de los principales estudios que han analizado el impacto de las restricciones impuestas por el Estatuto del Desarme en las muertes por arma de fuego.

La ley podría haber ahorrado más de 2.000 vidas entre 2004 y 2007. "Observamos que los homicidios perpetrados con armas disminuyeron a partir de 2003, antes de aumentar de nuevo debido a la flexibilización de la ley".

Un resultado similar fue observado en "More Guns, More Crime", en el que el economista Mark Duggan, de la Universidad Stanford (EEUU), desarma dos de los principales argumentos pro-armas.

El primero sostiene que la posesión de armas tiene un efecto disuasorio sobre criminales. Sin embargo, según sus estudios, la aprobación de leyes regionales que permitieron el porte de armas de fuego por parte de ciudadanos no implicó la reducción de la incidencia de crímenes violentos en estos territorios. "Estos datos indica o que los ciudadanos decidieron no llevar sus armas, o que la percepción de los criminales no fue alterada", dice.

El segundo argumento es que no son las armas las que generan más homicidios, sino que el aumento de los homicidios promueve la distribución de armas. La hipótesis fue testada por el economista a través de un modelo matemático y, si fuera cierta, el número de armas también crecería en función del aumento de homicidios cometidos sin armas de fuego, lo que no ocurrió en el experimento.

Hay un punto en el que los dos lados del debate parecen concordar: la proliferación de armas no es una estrategia de seguridad pública.

Cerqueira apunta: "Será una tragedia para el país si hay un 'liberación general' de las armas. Primero porque las arma en casa conspiran contra la seguridad del propio hogar, y segundo, porque el arma legal conspira contra la seguridad pública, si estas son extraviadas o robadas".

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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