India del equipo de Bolsonaro fue sin techo, actriz y atleta antes de convertirse en militar del Ejército

Silvia Nobre Waiãpi, de 42 años, una de las cuatro mujeres entre los 28 hombres que conforman el equipo de transición del presidente electo

Sin techo, vendedora de libros, actriz, atleta, fisioterapeuta y primera india militar. Todas esas clasificaciones pasaron por la vida de Silvia Nobre Waiãpi, de 42 años, una de las cuatro mujeres entre los 28 hombres que conforman el equipo de transición del presidente electo, Jair Bolsonaro, por ahora.

El nombre de la indígena -que nació en la aldea de la etnia waiãpi, en Amapá, fue anunciado el miércoles (6).

Silvia Nobre fue adoptada a los 3 años por una familia de Macapá y comenzó a estudiar con 7. "Me prometí a mí misma que, pasara lo que pasara, mi país un día se sentiría orgulloso de mí", dijo en una entrevista concedida al presentador Jô Soares, en 2011.

Esto fue lo que le impidió meterse en problemas durante los meses que vivió en las calles de Río. A los 14 años, la militar dejó en la aldea la hija que tuvo con 13 años (lo que es común en su cultura) y fue a la capital fluminense en busca de estudios.

La teniente del Ejército Sílvia Nobre Waiãpi, que formará parte del equipo de transición de Jair Bolsonaro (PSL) - Courtesy of the Brazilian Armed Forces

Sin casa ni dinero, conoció a un vendedor ambulante, cuya sobrina la acogió en su casa. Iba de puerta en puerta vendiendo sus libros viejos, algo que continuó haciendo cuando consiguió un empleo en la editorial Círculo del Libro (Círculo do Livro). Fue incentivada a estudiar artes e ingresó en un grupo de actores. En aquella época tuvo otro hijo a los 15 años y después, una hija a los 17 Actualmente es abuela.

Licenciada en artes escénicas a los 24 años, trabajó en la TV Globo como preparadora de elenco e documentalista de texto. E incluso llegó a conseguir papeles como actriz. "Buscaban a una indígena para hacer pruebas y no encontraban, entonces el productor se acordó de mi entrevista [con Jô Soares]", dijo a la UOL en 2015.

En la época de los primeros trabajos en televisión, descubrió otra pasión, correr. Se convirtió en atleta profesional de atletismo en el club Vasco da Gama y ganó una beca para estudiar fisioterapia.

Un trabajo como fisioterapeuta con infantes de marina la llevó al mundo militar. Al poco tiempo se presentó a las oposiciones, aprobó y escogió el Ejército, convirtiéndose en la primera mujer indígena militar.

Desde 2016, dirige el servicio de medicina física y rehabilitación del Hospital Central del Ejército, en Río, actividad que exalta en las redes sociales, así como reivindicaciones indígenas. Periódicamente regresa a su aldea. 

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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