El Ministerio de Medio Ambiente quiere crear reglas que permitan castigar a inspectores públicos que pongan multas consideradas “inconsistentes” por la cartera. El plan es responsabilizar a los funcionarios cuyos autos de infracción estén siendo cuestionados por otras instancias.
El ministro Ricardo Salles encargó un estudio de las multas interpuestas por el Ibama (Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables) en los últimos cinco años para identificar estos casos.
En la práctica, la medida tiene como objetivo aumentar el control sobre el trabajo de los funcionarios del órgano. Para muchos inspectores medioambientales, sin embargo, la medida puede intimidar a los empleados y debilitar el servicio de fiscalización ambiental.
El análisis del trabajo de los auditores forma parte de un plan del nuevo ministerio para alterar procedimientos de inspección de casos de deforestación, extracción ilegal de madera y otras infracciones.
Jair Bolsonaro es un crítico de la actuación de los órganos de inspección ambiental. En alguna ocasión ha dicho que ve a funcionarios del Ibama excediéndose a la hora de punir estos delitos. Grupos políticos, productores agroindustriales y el propio Bolsonaro aseguraban que existía una "industria de la multa".
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA