Una de cada tres represas de la compañía minera Vale podría causar grandes pérdidas humanas y ambientales en caso de rompimiento.
Según se desprende de los datos de la Agencia Nacional de Aguas, la empresa tiene 175 represas, de las cuales 56 están en la categoría de "alto potencial de daño asociado". La clasificación corresponde a las posibles pérdidas de vidas humanas y los perjuicios sociales, económicos y ambientales en caso de colapso.
En esta misma categoría también estaba la represa de Brumadinho (MG) que se rompió el viernes (25). Al menos 84 personas murieron y otras 276 están desaparecidas.
El número de represas de potencial alto riesgo supera la cantidad de represas que Vale anunció que serán cerradas.
Según el presidente de la empresa, Fabio Schvartsman, las diez represas ascendentes de la compañía, todas en Minas, serán desactivadas. De acuerdo con el modelo, la barrera se hace en "escalones" erguidos a medida que aumenta la cantidad de residuos.
El diseño fue utilizado en Brumadinho y en Mariana (MG), y, aunque es más barato, es considerado el menos seguro.
La empresa no se pronunció sobre el número de represas de alto potencial de daño.
Los datos de la ANA se basan en información relativa a 2017. Además del daño potencial, la agencia también tiene en cuenta cuál es el riesgo de incidentes relacionados con las represas, sus características técnicas y de conservación.
Bajo este criterio, hay 1.124 depósitos de alto riesgo en el país, según la ANA. Ninguno es de Vale. Entre los de la empresa, 99 se consideran de medio riesgo, 2 de bajo y hay otros, 74 no clasificados.
La represa que se rompió en Brumadinho, sin embargo, también era clasificada como de bajo riesgo.
Como ella, otras 50 represas de Vale, cuyo riesgo de ocasionar daños es alto, se encuentran en municipios de Minas Gerais y cinco se localizan en Pará. En el país, hay 2.986 construcciones así clasificadas.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA