La decisión del STJ (Tribunal Superior de Justicia) de reducir un 26% de la pena del expresidente Lula en el caso del triplex de Guarujá (SP) adquiere dimensiones inéditas en los procesos tramitados en el marco de la Operación Lava Jato que se juzga en Paraná.
Tras el juicio del petista, celebrado el martes (23), la pena de ese proceso fue reducida de 12 años y 1 mes a 8 años, 10 meses y 20 días, lo que facilita la progresión del régimen.
El periódico localizó otros seis recursos en el seno de la Lava Jato en Curitiba que ya fueron juzgados por la Corte y detectó otras dos reducciones de pena. El margen de reducción fue menor, del 4,5% y del 13%.
Son dos casos separados que involucran al mismo acusado, Carlos Habib Chater acusado en la primera fase de la operación por ser el propietario de la estación de servicio que dio nombre a la operación "Lava Jato".
El juez instructor de los casos de Chater, en el STJ, Felix Fischer, decidió reducir las penas tan pronto como analizó el caso individualmente, decisión que siguió la Quinta Sala del Tribunal. En el proceso concreto de Lula, la iniciativa del juez de alterar el cálculo de la pena apenas tuvo lugar cuando se celebró el juicio con el grupo de magistrados.
A propósito de la decisión del STJ sobre Lula, el magistrado Gilmar Mendes dijo que la corte, que equivale a un tercer grado en el Poder Judicial, dio el recado "de penas sobredimensionadas" en Curitiba.
En el proceso del triplex, la pena de la primera instancia había sido aumentada dos años y siete meses tras la apelación al TRF (Tribunal Regional Federal) de la 4ª Región.
Proporcionalmente, hubo ampliaciones de pena en segunda instancia de hasta 140%. La mayoría de las decisiones de la corte regional mantiene los veredictos de la primera instancia, pero también suele ampliar más que reducir.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA