Uno de los detenidos dice a la policía que hackeó los mensajes de la Lava Jato y los entregó anónimamente a The Intercept

El sospechoso también dijo que los diálogos entre los fiscales y Moro fueron entregados al medio de comunicación sin ningún pago

Para la Policía Federal, Walter Delgatti Neto, detenido el martes pasado (23) sospechoso de haber actuado como hacker, fue la fuente del material que comenzó a ser publicado en junio por el medio digital The Intercept con las conversaciones entre fiscales de la Operación Lava Jato.  

En su declaración, Delgatti, uno de los cuatro arrestados por la PF, dijo que envió los mensajes al periodista Glenn Greenwald, fundador del medio de comunicación, de forma anónima, voluntaria y sin cobro.

Los contactos con Greenwald, según el detenido, eran virtuales, solo a través de la aplicación de mensajería Telegram, y se produjeron después de las invasiones a los teléfonos celulares de las autoridades.

Casa en Araraquara (SP), donde fue detenido el hacker Crédito: Juliana Sayuri/Folhapress

La policía ahora trabaja para confirmar la versión de Delgatti. Según el detenido, actuó voluntariamente y sin recibir dinero a cambio. De hecho, de acuerdo con los investigadores, no hay pruebas de que se haya pagado el material publicado.

Asimismo, Delgatti dijo que había actuado de esta forma al estar de acuerdo con los métodos seguidor por la Lava Jato. La investigación de la PF se centra en el hackeo de cuentas de Telegram y cuentas bancarias a cambio de dinero en efectivo.

La Policía Federal ha copiado los datos almacenados en la nube por el sospechoso que confirman, por el momento, la historia de Delgatti.

En este material incautado, hay conversaciones entre los fiscales de la Lava Jato, como las publicadas por The Intercept.

Según agentes que trabajaron en la búsqueda e incautación de material, un teléfono celular de Delgatti estaba en la cuenta de Telegram del ministro de Economía Paulo Guedes cuando los efectivos llegaron a su casa, en el municipio de Araraquara.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

Lea el artículo original