Una encuesta nacional realizada por el instituto Datafolha revela la erosión de la popularidad de Jair Bolsonaro (PSL). La desaprobación del presidente subió del 33% al 38% en comparación con el sondeo anterior, realizado en julio. Varios indicadores apuntan a un deterioro de su imagen.
La aprobación de Bolsonaro también bajó, dentro del margen de error (dos puntos porcentuales más o menos), pasando del 33% en julio al 29%. Durante este período, el presidente ha radicalizado su discurso, tendiendo la mano claramente a su electorado más ideológico.
Como resultado de tantas frases y actitudes controvertidas, el rechazo en el noreste se disparó (de 41% a 52%) y la aprobación entre los ricos bajó 15 puntos (de 52% a 37%). Su peor calificación se encuentra entre los más pobres (22%), los más jóvenes (24%) y los menos instruidos (26%).
Bolsonaro sigue siendo el primer presidente electo peor calificado desde Fernando Collor de Mello en 1990. Al menos el 44% de los brasileños no confía en su palabra. Y pasaron del 22% al 15% quienes piensan que cumple la liturgia de la oficina.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA