El presidente Jair Bolsonaro baraja indultar a agentes de policía condenados. La posibilidad está siendo estudiada por el Palacio de Planalto y fue confirmada a Folha por asesores presidenciales. La idea es que el perdón sea publicado antes de que acabe el año.
A finales de agosto, el mandatario había manifestado que tenía la intención de amnistiar a la policía "injustamente encarcelada por la presión de los medios".
Dos días después, durante un almuerzo con periodistas, citó como ejemplos a agentes involucrados en las masacres de Carandiru, en São Paulo, y Eldorado dos Carajás, en Pará.
Bolsonaro dijo que perdonaría a aquellos condenados que cumplan los requisitos establecidos por la Ley, ya sean subordinados o comandantes de la policía.
Ante las declaraciones del presidente, los expertos legales y los asesores presidenciales detectaran al menos dos problemas: primero, el perdón es un beneficio colectivo otorgado a los presos que han agotado todas las posibilidades de apelar su condena.
Además, en segundo lugar, las masacres de Carandiru y Carajás fueron consideradas homicidios doloso (con intención de matar), es decir, delitos atroces que no pueden ser indultados.
La solución encontrada por el Planalto fue estudiar la concesión de la gracia presidencial individual, que también evitaría un tercer problema identificado: la amnistía no puede aplicarse a las categorías.
En este caso, cualquier individuo que cumpliera los requisitos recogidos en el texto se beneficiaría, incluso aquellos condenados por violencia contra los agentes de policía.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA