El apoyo a la democracia llega al 75% y bate récord en medio de las amenazas de Bolsonaro

El sondeo de Datafolha muestra que la mayoría de los encuestados prefiere el régimen actual, mientras que solo el 10% considera que la dictadura es aceptable

São Paulo

El apoyo del brasileño a la democracia creció en plena crisis política del gobierno de Jair Bolsonaro, y alcanzó el índice más alto del histórico de Datafolha.

Según el instituto, el 75% de los encuestados considera que el régimen democrático es el más apropiado, mientras que el 10% dice que la dictadura es aceptable en algunas ocasiones.

2.016 personas fueron escuchadas los días 23 y 24 por teléfono. El margen de error es dos puntos para arriba o para abajo.

En diciembre, la última vez que Datafolha hizo la misma pregunta, el 62% apoyó la democracia y un número similar al actual, el 12%, la dictadura.

La migración prodemocrática se produjo entre aquellos para quienes el régimen no importa: el contingente bajó del 22% al 12%.

En este período, hubo un resurgimiento de la crisis en Brasil, debido a los enfrentamientos de Bolsonaro con el Congreso y el Tribunal Supremo.

Insatisfecho con decisiones que le desagradaron, el presidente apoyó las manifestaciones que pedían el cierre de otros Poderes y sugirió el uso de las fuerzas armadas a su favor.

El apoyo actual a la democracia es el mayor desde 1989, cuando Datafolha comenzó a recopilar los datos.

El mayor desprecio al sistema tuvo lugar en otro año turbulento, 1992, siete años después de que Brasil abandonase la dictadura militar que comenzó en 1964.

El país estaba en una crisis económica y el presidente Fernando Collor enfrentaba un proceso de destitución.

Fue entonces, en febrero, cuando se produjo el menor apoyo a la democracia de todo el histórico, un 42%. En septiembre, con Collor fuera del cargo, fue registrado el pico de apoyo a la dictadura, un 23%.

El sentimiento democrático crece junto al nivel de educación y los ingresos más altos, pasando del 66%, entre aquellos con educación primaria, al 91%, de aquellos con educación superior.

El apoyo es del 69% entre los más pobres (menos de 2 salarios mínimos), llegando al 87% entre los que tienen ingresos superiores a 10 salarios mínimos.

Es un poco más flojo entre quienes consideran que el gobierno de Bolsonaro es bueno o excelente (68%) y entre los residentes del Sur (69%).

Los simpatizantes del presidente también forman el grupo más grande que acepta un régimen totalitario: un 15%.

Los que rechazan a Bolsonaro tienden a apoyar más la democracia (85%), así como los habitantes del sudeste (80%).

Según Datafolha, el país se divide entre quienes ven el riesgo de que se instaure una dictadura (46%) y quienes lo descartan (49%).

A pesar del empeoramiento del ambiente político, el temor es el mismo que en diciembre.

Piensan que existe una mayor posibilidad de que surja una acción autoritaria los jóvenes (55%), aquellos que rechazan a Bolsonaro (56%) y aquellos que encuentran una dictadura aceptable (58%).

Los que más descartan el peligro son los más instruidos (58%), los simpatizantes de Bolsonaro (61%) y los ricos (66%).

Datafolha preguntó a los brasileños sobre los Poderes del Estado y la organización de la sociedad. Los valores obtenidos fueron mayoritariamente democráticos.

El cierre del Congreso es rechazado por un 78% (59% en total), mientras que el 18% acepta la idea (11% totalmente).

Ya el Supremo fue descartado por un 75% (56% totalmente) y apoyado por un 20% (14% totalmente).

Como sería predecible, existe un mayor apoyo para estos actos entre quienes aprueban a Bolsonaro.

Les gustaría ver el Congreso cerrado al 29% de los que piensan que el gobierno es muy bueno o bueno y al 35% de los que dicen confiar en el presidente.

El 37% de los partidarios y el 42% de los que confían en Bolsonaro piensan lo mismo sobre la Corte Suprema.

Para los encuestados, el gobierno no puede prohibir las huelgas (el 81% está de acuerdo con esta premisa). También están en desacuerdo con la intervención de sindicatos (64%) o la eliminación de partidos políticos (71%).

En el campo judicial, los encuestados están en contra de detener a las personas sin una orden judicial (69%) y usar la tortura para extraer información de delincuentes (86%).

Ya la censura de los medios es rechazada por un 80% y aceptada por un 18%.

El rechazo cae al 64% entre los pro dictadura, y la aprobación sube al 32% entre los simpatizantes de Bolsonaro.

Sobre las redes sociales, piensan que el gobierno no debe ejercer ningún tipo de control el 64% de los entrevistados, frente al 33% que admiten estar de acuerdo.

Actualmente, se está aprobando un proyecto de ley en el Congreso para combatir las noticias falsas, pero ha estado generando la reacción de personas que lo consideran un peligro a la libertad de expresión.

Las regiones Sur y Norte / Centro-Oeste, reductos del bolsonarismo, tienen un sesgo un poco más autoritario a la hora de apoyar elementos como la prohibición de partidos, el apoyo a la tortura y el cierre de Poderes.

Para el 78%, el régimen militar de 1964 fue una dictadura

Datafolha preguntó a los 2.016 entrevistados el 23 y 24 de junio sobre la naturaleza del régimen militar establecido el 31 de marzo de 1964.

Para el 78%, fue una dictadura, mientras que el 13% no lo ve así. El 10% dice que no sabe, no contesta.

El legado de la dictadura es un tema constante en el gobierno de Jair Bolsonaro. El presidente siente nostalgia por el régimen, que descarta como dictatorial, aunque niegue las intenciones golpistas.

Sus simpatizantes tienden a estar más de acuerdo con él. Para el 43% de los defensores de Bolsonaro, la dictadura dejó más cosas positivas que negativas para el país, mientras que este índice cae al 25% en la población en general.

Para el 62% de los brasileños en general, el legado de 1964 es negativo. Este índice fue del 46% en febrero de 2014.

Los más ricos también tienen una visión más favorable del gobierno de los generales (36%) que el promedio. Y quien rechaza a Bolsonaro, menos: el 12% solo ve cosas más positivas.

El conocimiento del brasileño sobre temas de la época creció durante la administración Bolsonaro.

La AI-5 (Ley Institucional No. 5), 1968, que definió el endurecimiento del régimen, ganó destaque cuando los funcionarios del gobierno relativizaron sus efectos.

"Pedir la AI-5" se convirtió en una consigna de los movimientos bolsonaristas en las calles. En 2008, solo el 18% reconoció saber el significado de la sigla, y ahora este índice es del 50%.

Aquellos con educación superior (80%) y aquellos que ganan más de 10 salarios mínimos (90%) están más familiarizados con el medida.

Entre otros temas de la época planteados por Datafolha, el más conocido (62%) es la amnistía de 1979. Lo que menos, el llamado milagro económico de principios de la década de 1970 (30% de conocimiento).

La guerrilla PCdoB en Araguaia, diezmada por la dictadura, es conocida por un 52%. La muerte del periodista Vladimir Herzog (1975) por la represión, es conocida por un 41%.

El intento de los militares contra una concentración sindical en Riocentro (1981) es conocido por el 39%.

La encuesta se realizó por teléfono para evitar el acercamiento físico.

La encuesta telefónica, utilizada en esta encuesta, representa el total de la población adulta del país.

Las entrevistas son realizadas por profesionales entrenados para la elaboración vía telefónica y las llamadas, realizadas a teléfonos celulares utilizados por aproximadamente el 90% de la población. El método telefónico requiere cuestionarios rápidos, sin el uso de estímulos visuales, como una tarjeta con los nombres de los candidatos, por ejemplo.

Por lo tanto, incluso con la distribución de la muestra después de las cuotas de sexo y edad dentro de cada macro-región, y la posterior ponderación de los resultados según la escolaridad, los datos deben analizarse con cierta cautela ya que limita el uso de estos instrumentos. En la investigación, realizada de esta manera para evitar el contacto personal entre entrevistadores y encuestados, Datafolha adoptó las recomendaciones técnicas necesarias para que los resultados se acerquen lo más posible al universo que pretende representar. Todos los profesionales de Datafolha trabajaban desde casa, incluidos los entrevistadores, que aplicaron los cuestionarios a través de una central telefónica remota. Se entrevistó a 2.016 brasileños adultos que poseen teléfonos celulares en todas las regiones y estados del país. El margen de error es de dos puntos porcentuales.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA