El movimiento Directas consolidó a Folha después de la dictadura

El diario asumió el papel de interlocutor de los anhelos de modernización y redemocratización

São Paulo

Al asumir el movimiento para elecciones directas en noviembre de 1983, Folha dio un paso decisivo en un proceso de reorientación editorial que había comenzado a ser claramente descrito en 1974, el año que marcó el comienzo del gobierno del general Ernesto Geisel.

Después de expresar su apoyo al golpe de estado de 1964, junto a los principales medios de comunicación del país, amplios sectores de la clase media y líderes empresariales, el periódico surgió de los años oscuros y silenciosos del general Garrastazu Médici inclinado a apostar por los gestos de Geisel y el general Golbery do Couto e Silva hacia una posible relajación lenta y gradual del régimen militar.

Invitado por el entonces Jefe de Gabinete a una reunión en Río, antes de que Geisel asumiera el cargo, el editor de Folha, Octávio Frias de Oliveira, escuchó personalmente del estratega general que un proceso de reapertura estaba en la agenda y que Folha tendría un papel a desempeñar en la diversificación del espectro de medios de São Paulo.

Frías entendió el gesto de Golbery como una oportunidad para el periódico, que tenía sus finanzas en orden y un público respetable, pero no competía en prestigio con el competidor local, el diario "O Estado de S. Paulo".

Se abrió un intenso proceso de discusión interna, y el equipo líder del periódico, en el que, además del jefe editorial, su hijo Otavio, se destacaban los periodistas Cláudio Abramo y Boris Casoy, decidió invertir en un tipo de periodismo de debate de temas que sacase a Folha de su círculo relativamente provinciano y lo proyectase como un interlocutor de los anhelos de modernización y redemocratización que se manifestaron en la sociedad.

Manifestación de Directas Ya (Foto: Jorge Araújo/folhapress) - Jorge Araújo/Folhapress

Un año después, en octubre de 1975, esta nueva cara periodística de Folha apareció en la cobertura periodística del asesinato de Vladimir Herzog y el acto interreligioso que tuvo lugar en la Catedral da Sé, en São Paulo, en memoria del entonces director de periodismo de la TV Cultura, detenido, torturado y asesinado en las dependencias DOI-Codi del Segundo Ejército.

Desde entonces, Folha amplió la cobertura de los movimientos políticos, contrató a periodistas y escritores de renombre que se oponían a la dictadura y comenzó a conquistar un prestigio sin precedentes entre la sociedad civil. Al mismo tiempo, se convirtió en el blanco de las preocupaciones y amenazas del régimen, como quedó claro en la censura de una columna y en el arresto de su autor, el periodista Lourenço Diaferia, en 1977.

La adhesión al movimiento Diretas [Directas] era, por lo tanto, una consecuencia natural de una trayectoria en vías de renovación. "Las cosas comenzaron a definirse en el sentido de que el periódico tendría una posición más doctrinal que táctica", declaró Otavio Frias Filho en una larga entrevista concedida a la revista "Lua Nova", en septiembre de 1984.

Otavio, quien había reemplazado a Casoy en la dirección editorial en mayo de 1984, fue el autor del proyecto editorial titulado "Folha después de la campaña directa ya", publicado aquel año, que consolidó los principios esbozados en documentos anteriores y que aún hoy el periódico sigue como guía para la práctica del periodismo crítico, pluralista, no partidista y moderno.

El texto reconoció el papel destacado de la campaña, a pesar de la derrota de la enmienda en el Congreso, tanto en términos de la credibilidad obtenida por Folha como de la movilización interna sin precedentes que había proporcionado.