Haciendo caso omiso a las medidas de distanciamiento social recomendadas en el país para intentar frenar la epidemia de la Covid-19, miles de personas salieron a las calles el domingo (7) con el objetivo de protestar contra el gobierno de Jair Bolsonaro.
Celebradas en varias ciudades, las manifestaciones destacaron las diferencias entre los movimientos prodemocráticos y partidos de la oposición. La lucha contra el racismo en Brasil y Estados Unidos también entró en la programación de las protestas. Los movimientos se mantuvieron pese a las advertencias previas sobre los riesgos de contagio.
Al mismo tiempo, en la Avenida Paulista, en São Paulo, unas cien personas se manifestaron a favor del gobierno de Bolsonaro. Las protestas transcurrieron pacíficamente.
Aproximadamente tres horas después del final del acto contra el presidente, en la capital de São Paulo, un pequeño grupo de manifestantes fue dispersado por la policía antidisturbios, con bombas de gas.
El general Augusto Heleno, jefe de la Oficina de Seguridad Institucional, elogió el trabajo de los agentes.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA