Por tercera vez desde el 29 de mayo, los manifestantes tomaron las calles del país este sábado (3) para pedir la destitución del presidente Jair Bolsonaro.
Las críticas al manejo de la pandemia se sumaron a las protestas por sospechas de corrupción en el marco de las negociaciones para la compra de vacunas.
Las calles se llenaron de billetes de un dólar manchados de sangre junto a efigies de Bolsonaro, haciendo referencia a un supesto cobro de coimas de esta cantidad (US$ 1) por dosis, de acuerdo con una investigación publicada por Folha, a partir de la declaración de un representante de vacunas.
Se celebraron actos en las 27 capitales, no obstante, también hubo protestas en varias ciudades medianas del interior del país, en las que el presidente goza de mayor apoyo popular.
La manifestación más multitudinaria tuvo lugar en São Paulo. Al final de la jornada, se produjeron aislados enfrentamientos entre policías y vándalos, que atacaron sucursales bancos. La Secretaría de Seguridad Pública del Estado estimó que la participación fue de 5.500 personas.
Además de las denuncias de corrupción, reveladas por la comisión de la Covid en el Senado y la apertura de una investigación sobre un posible caso de prevaricación por parte de Bolsonaro, llegó a la Cámara de los Diputados un macropedido de juicio político que reúne al menos un centenar de supuestas irregularidades cometidas por el mandatario.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA