Aislado en la guerra que libra contra el STF (Tribunal Supremo), Jair Bolsonaro ha decidido radicalizar su discurso y caldear los actos de apoyo al Gobierno programados para el 7 de septiembre.
Ante el riesgo de infiltrados bolsonaristas en el seno de la Policía Militar, los gobernadores piden una tregua y una reunión con el presidente para frenar la crisis institucional.
La demanda de impeachment interpuesta el viernes (20) por Bolsonaro contra el magistrado Alexandre de Moraes, del STF, elevó la tensión entre los tres Poderes. No contento, el lunes (23), el presidente volvió a la antigua reivindicación del voto impreso.
En una entrevista concedida a Rádio Regional, del municipio de Eldorado (SP), Bolsonaro volvió a decir que participará en los actos progubernamentales en São Paulo y Brasilia, que se celebrarán el Día de la Independencia, e insistió en poner en duda el proceso electoral.
"¿Cuál es el alma de la democracia? El voto. La gente quiere estar segura de que al votar su voto es para João o Maria. No quieren que media docena de personas en una sala secreta cuenten sus votos", dijo el presidente.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA