"La amenaza al espacio cívico asfixia la democracia en Brasil", dice relator de la ONU

En misión en el país, el jurista togolés Clément Nyaletsossi Voule asegura que la desinformación y los ataques a la dignidad son límites a la libertad de expresión

La creciente violencia política —recrudecida tras el asesinato aún sin esclarecer de la concejala Marielle Franco—, la proliferación de la desinformación, el silenciamiento de la sociedad civil organizada, el proceso de criminalización de los movimientos sociales y el ataque a periodistas y poblaciones tradicionales están amenazando el espacio cívico en Brasil.

Para el relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre libertad de reunión y asociación, Clément Nyaletsossi Voule, estos son vectores de una crisis que ha puesto en peligro la democracia brasileña.

Abogado nacido en Togo, África Occidental, Voule tiene la responsabilidad, entre otras, de vigilar la garantía del acceso a la justicia y la participación en la vida pública, una libertad crucial para cualquier período electoral y que parece estar especialmente amenazada en Brasil actualmente.

​"Condeno cualquier medida que restrinja la participación social y política, como la amenaza a la consulta pública sobre políticas y procesos de toma de decisiones, ilustrada con el cierre de 650 consejos en el país", señala. "Y también por el uso excesivo de la fuerza durante las protestas y operativos policiales en Brasil. La falta de un protocolo público y unificado para las fuerzas de seguridad ha generado violaciones a los derechos humanos".

Para el jurista, la violencia política en el país tiene un perfil racial y de género, afectando con mayor fuerza a las mujeres negras, especialmente aquellas vinculadas a la comunidad LGBTQIA+. "Cuando la participación política de cualquiera pone en riesgo su vida, está matando la democracia".

Sao Paulo, SP, BRASIL, 08-04-2022: Sr. Clement Nyaletsossi Voule (Foto: Eduardo Knapp/ Folhapress, PODER). - Folhapress

Voule afirma que el movimiento de desinformación y el ataque orquestado vinculados al mayor uso de las redes sociales en Brasil van más allá de la libertad de expresión. "Sus límites son la desinformación y el respeto a los derechos y la dignidad de los demás. La libertad de expresión te permite plantear inquietudes y criticar algo o a alguien, pero no te da permiso para desinformar o atentar contra los derechos de los demás o su dignidad. El discurso de odio viola las libertades y los derechos fundamentales".

El acoso y el ataque a la dignidad, dice el ponente, se han producido "con frecuencia contra periodistas profesionales, en particular mujeres que han sido objeto de campañas de desprestigio, en particular a través de aplicaciones de mensajería".

Para él, "este ambiente de violencia se intensificó por las armas de la población. La ley que facilitó la compra de armas y municiones contribuye a este clima de miedo en torno a las elecciones".

Voule estuvo en Brasil a principios de abril, en una misión que duró 12 días. Una agenda apretada para visitar las comunidades de Salvador, Brasilia, Río de Janeiro y São Paulo. Y para la agenda con autoridades del Poder Judicial y del Ministerio Público, parlamentarias y ministras, entre las que llamó la atención la ausencia de la ministra de la Mujer, Familia y Derechos Humanos, Damares Alves.

Menos de dos semanas, sin embargo, fueron suficientes para que el relator presenciara la llegada al Congreso de una propuesta presidencial para aumentar la ley antiterrorista, que amenaza a los movimientos sociales, y el intento de censurar la manifestación política de los artistas durante el festival Lollapalooza.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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