El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT) predicó el rescate de la soberanía nacional, defendió a Petrobras y repitió discursos a favor de la creación de empleo y el combate al hambre, al lanzar este sábado (7) su precandidatura a la Presidencia de la República junto a Geraldo Alckmin (PSB) como vicepresidente.
El PT buscó oponerse al principal opositor en la disputa, el presidente Jair Bolsonaro (PL), afirmando, sin nombrarlo, que es autoritario y ataca la soberanía, la democracia y las instituciones. Lo acusó de mentir para ocultar su incompetencia y de destruir lo logrado en los años de gobierno del PT.
El discurso eligió temas como la inflación, la miseria y el desempleo para hostigar a Bolsonaro y, en un momento de alza de los precios de los combustibles y desafíos a la política de precios de Petrobras, defendió la soberanía energética y culpó al gobierno actual por el desmantelamiento de la empresa.
El PT también se pronunció en defensa del medio ambiente y de la Amazonia, con la transición a un nuevo modelo de desarrollo sostenible, la distribución de renta, las inversiones en educación, saneamiento y vivienda, la reanudación del consumo y el reconocimiento de la cultura como un sector importante.
El expresidente también señaló a los pueblos indígenas, las mujeres, los negros y la población LGBTQIA+, sectores del electorado en los que Bolsonaro tiene sus mayores índices de rechazo. En un guiño a los votantes evangélicos, dijo que "no es digno del título el gobernante incapaz de derramar una sola lágrima en el rostro de los seres humanos que hurgan en la basura en busca de comida, o de los más de 660.000 brasileños asesinados por Covid. dice un cristiano, pero no tiene amor por su prójimo".
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA