Una concejala pide prohibir la venta de alimentos eróticos

La conservadora Jessicão (Partido Progresista) explica que el objetivo es proteger a los niños y adolescentes del municipio

Nicolas Pamplona

Si depende de los deseos de la concejala Jessicão, la ola de golosinas eróticas que generó largas colas en São Paulo y se extendió a otras ciudades brasileñas no llegará a Londrina, a unos 400 kilómetros de Curitiba, en Paraná.

Conservadora y exdirigente de la organización Direita Paraná Oficial, presentó el pasado lunes (16) un proyecto de ley para prohibir la venta de estos productos en bares, restaurantes, cafeterías, foodtrucks y locales similares en el municipio.

"Este es un segmento comercial nocivo que lastima la moral, avergüenza a la familia, a los niños y adolescentes al exponerlos a algo vejatorio", dice la justificación del proyecto, que prevé sanciones como amonestación, suspensión de actividades, multa diaria de hasta R$ 500 e incluso la pérdida de la licencia.

"El objetivo de la presente propuesta es proteger, ante todo, a nuestros niños, niñas y adolescentes", continúa el texto. "No sólo es deber de la familia prestar atención a la protección de los niños y adolescentes, sino también de la sociedad".

La concejala dijo a Folha que decidió presentar el proyecto después de ver un tráiler que vendía dulces en forma de órganos sexuales.

En São Paulo, las crepes de Assanhadxs se hicieron famosas a principios de año, una tienda ubicada en Calçadão Urbanoid, una especie de reunión de camiones de comida en Baixo Augusta. La alta demanda generó colas de más de una hora para los productos, denominados Crepipi y Crepepeka.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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