Un documento de la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas (Funai) obtenido por Folha reveló la presencia de una empresa de criptomonedas en tierras indígenas del estado de Pará, que llegó a elaborar un borrador de contrato para la generación de bonos de carbono en ese territorio. Los créditos se convertirían posteriormente en criptoactivos, que serían puestos a venta. En el documento, la Funai recomienda que no se lleve a cabo esta transacción y que los Aikewara Suruí, de la Tierra Indígena Sororó, recibiesen orientación sobre "los riesgos inherentes de aceptar tal compromiso", principalmente por "el historial de la empresa y de su representante legal".
La empresa en cuestión es Green Forever, registrada legalmente como Green Tecnología Ambiental y radicada en Parauapebas, Pará. La compañía forma parte del grupo Green Forever Coin, que opera en el mercado de las criptomonedas, y había lanzado un activo digital llamado GFCO2; un token de utilidad, según la empresa, que se puso a la venta tanto en su sitio web como en una campaña de recaudación de fondos. El activo serviría para compensar la huella de carbono, de acuerdo con la divulgación que realizaban.
Luego de que Folha entró en contacto con la empresa, el sitio web de Green Forever Coin, con la oferta de GFCO2, salió del aire. La campaña de venta del activo, con el objetivo de recaudar US$ 321.500, se estuvo divulgando hasta horas de la tarde del pasado viernes. Según João Álvaro Dias, uno de los propietarios de Green Forever, el contrato con los indígenas fue suspendido. El territorio indígena está en São Geraldo do Araguaia, Pará, en la frontera con Tocantins, a 185 km de Parauapebas, donde está la sede de la empresa.
Traducido por José Alberto Gutiérrez