Belém, capital de Pará y sede de la COP30, la conferencia de la ONU sobre cambio climático que se llevará a cabo en 2025, ocupa el décimo lugar entre las capitales con los mayores porcentajes de población viviendo en condiciones inadecuadas de saneamiento. La situación de saneamiento básico precario es una realidad en varios municipios del Norte y del Nordeste.
Según los nuevos datos del Censo Demográfico 2022 publicados el pasado viernes (23) por el IBGE (Instituto Brasileño de Geografía y Estadística), hay 212.370 habitantes de Belém que viven con saneamiento inadecuado. Consultada al respecto, la Alcaldía de Belém afirmó, en relación con la disposición de residuos en la ciudad, que, con una nueva licitación ya concluida, proyecta mejoras en la "gestión de residuos sólidos urbanos con 14 años de retraso". Por su parte, el Gobierno de Pará menciona nuevas inversiones y obras para mejorar los servicios.
El número de habitantes con saneamiento inadecuado representa poco más del 16% de la población de la capital de Pará, que, en 2025, recibirá a líderes políticos y de la sociedad civil de todo el mundo para otra conferencia de la ONU que busca frenar la catástrofe climática, cada vez más evidente en los eventos extremos que ya ocurren en partes del mundo. La categoría de "inadecuado", según la nomenclatura del Censo, se refiere a sistemas de desagüe a través de fosas rudimentarias o agujeros, zanjas, ríos, lagos, arroyos y otras formas diversas.
La clasificación también se usa para hogares en los que no hay baño ni retrete. La situación no es nueva y es una de las causas de preocupación en relación con la infraestructura para la realización en Belém de la COP30, que marcará los diez años del Acuerdo de París. En la cumbre, se presentarán las nuevas NDCs (sigla en inglés para contribuciones nacionalmente determinadas), que son las metas de reducción de gases de efecto invernadero de cada país.