La llamada "guerra cultural" emprendida por los partidarios del presidente Jair Bolsonaro (PSL) afecta a toda la educación en Brasil, pero de forma particular a las instituciones católicas, que enfrentan lo que algunos expertos consideran una crisis de identidad.
En funcionamiento desde hace 71 años, el colegio Santa María, localizado en Interlagos (zona sur de SP), acaba de finalizar un nuevo proyecto pedagógico para transmitir su mensaje. El documento, elaborado en conjunto por la dirección y los profesores, define como misión del colegio "promover una educación reflexiva, crítica y democrática, siguiendo los valores de los derechos humanos y cristianos".
Los nuevos tiempos también promovieron una reflexión acerca del carácter religioso del Colegio Santa Cruz, institución con 67 años de antigüedad, que sigue una línea más liberal.
Algunos padres admitieron sentirse incómodos con el planteamiento de temas de política y género. Y otros manifestaron su temor ante la posibilidad de que la escuela se vuelva más catequizante.
Para el director general del centro, Fábio Aidar, la mejor respuesta a la polarización es reafirmar el pluralismo, aliado a valores cristianos como la acción social, que en su opinión diferencian a los colegios católicos de los demás.
Aidar dice que un estudio realizado el año pasado junto a los padres corrobora la postura de reafirmar la identidad del Santa Cruz. "La mayoría quiere una escuela atenta a novedades, pero que no pierda la formación crítica".
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA