Después de dos años de pausa, la primera edición de la Virada Cultural pospandemia tuvo un alto voltaje político, reflejando el clima conflictivo que se vive en Brasil.
Las protestas contra el presidente Jair Bolsonaro y las acciones negacionistas de su gobierno en cuanto al coronavirus fueron constantes en las funciones del sábado y domingo en la ciudad de São Paulo.
El evento musical de dos días, que se espera que reúna a 2 millones de personas en los escenarios de la ciudad, también estuvo marcado por episodios de violencia.
Tradicionalmente, la Virada atrae protestas, lo que se acentúa en un año como este, con una elección presidencial centrada en dos candidatos de raíz popular: Bolsonaro y Lula.
Como en el área cultural, las manifestaciones fueron unánimes a favor del PT y en contra del actual ocupante del Planalto, con gritos de "fuera, Bolsonaro" y "olê, Lula".
Más allá de la polarización política, la Virada terminó perjudicada por la serie de reportes de violencia en la zona centro de la capital. Hubo casos de atracos y robos, y al menos seis víctimas apuñaladas cerca del recinto del concierto.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA