En la década de 1950, el piano de João Donato, fallecido este lunes a la edad de 88 años, ya era único. Durante su infancia, en su natal Acre, aprendió a tocar el acordeón y cuando participó en la génesis de la bossa nova, ya tenía una manera propia de tocar las teclas, un estilo único que no dejó de desarrollar a lo largo de los años. Apasionado por las melodías y los acordes hermosos, Donato fue uno de los inventores de la bossa nova, aunque nunca se quedó solo en ese género. No era un exhibicionista de melodías intrincadas, pero hacía vibrar el piano como nadie, con un groove delicado, sutil e irresistible. Era un mago que tenía el poder de controlar el tiempo en la punta de sus dedos.
En una carrera que abarcó más de seis décadas, creó el ritmo que inspiró a João Gilberto a establecer la cadencia de la bossa nova y desde entonces no paró más. Su estética atraviesa fundamentalmente el jazz, pero incorpora influencias del baião, de la música latina, del funk americano, del rock psicodélico, de la admiración por la naturaleza y del compañerismo.
Traducido por José Alberto Gutiérrez