En un breve discurso durante su viaje improvisado a Hungría, el presidente Jair Bolsonaro (PL) mostró todas las credenciales que lo mantienen como miembro de la liga de líderes populistas en el espectro de la derecha nacionalista global.
En declaraciones a la prensa, Bolsonaro llamó al primer ministro Viktor Orbán, hombre fuerte del país desde 2010, de "hermano dadas las afinidades" y celebró "los valores que representamos, que se pueden resumir en cuatro palabras: Dios, patria, familia y libertad".
No es la primera vez que utiliza el lema, que tiene su origen en el fascismo italiano de las décadas de 1920 y 1930, sin "libertad". Fue adoptada por los fascistas brasileños de la Acción Integralista y por la dictadura europea más longeva del siglo XX, la comandada entre 1933 y 1974 por António de Oliveira Salazar en Portugal. Sin mucha diplomacia, Bolsonaro se refirió al país de casi 10 millones de habitantes como el "pequeño gran hermano" de Brasil.
El brasileño volvió a insistir en una mentira difundida por él mismo y replicada con éxito en las redes bolsonaristas, de que habría influido en Vladimir Putin, el presidente ruso al que había visitado el día anterior en Moscú, en su decisión de sacar parte de las tropas que rodean Ucrania.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA