Oposición percibe un escenario diferente en Brasil y minimiza el caso de TikTok tras alabar a Musk

Después de que el bolsonarismo aprovechara y adoptara el discurso de libertad, los parlamentarios se encuentran divididos entre la censura y una 'guerra fría 2.0'

Brasília

Después del bolsonarismo aprovechar el discurso de libertad de Elon Musk, propietario de la red social X (anteriormente Twitter), aliados del expresidente Jair Bolsonaro (PL) y otros miembros de la oposición al gobierno de Lula (PT) han tratado de minimizar la posibilidad de prohibición de TikTok en Estados Unidos y los posibles vínculos e impactos del episodio con los conflictos que rodean a las redes sociales en Brasil.

Ante la opinión de que las posibles restricciones a Twitter y TikTok en cada uno de los países implican escenarios diferentes, los discursos liberales en las redes se han enfriado y los parlamentarios se han dividido.

El líder de la oposición en el Senado, Rogério Marinho (PL-RN), llega a ver censura en la decisión estadounidense, mientras que otros simplemente la clasifican como una cuestión de geopolítica, como Hamilton Mourão (Republicanos-RS), senador, exvicepresidente de Bolsonaro y general de la reserva.

Los líderes de izquierda han señalado inconsistencias en esta postura, ya que, en Brasil, los bolsonaristas critican la prohibición y suspensión de cuentas y usuarios en X acusados de difundir noticias falsas. El domingo (21), durante un acto en Río, Bolsonaro llamó a Musk "el mito de la libertad" y dijo "que su objetivo es que el mundo entero sea libre".

Sin embargo, en lo que respecta a las posibles restricciones a TikTok en Estados Unidos, ha mantenido silencio. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sancionó un proyecto de ley el miércoles (24) que da nueve meses a la empresa para vender sus operaciones. ByteDance, la empresa propietaria de la aplicación, deberá pasar al control de estadounidenses si desea seguir funcionando legalmente en el país.

Por otro lado, el diputado federal bolsonarista Otoni de Paula (MDB-RJ) afirma que no es posible establecer un paralelo entre las decisiones del Congreso estadounidense y la justicia brasileña. "Una se trata de seguridad nacional, la otra es un delito de opinión".

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