Dos profecías se cumplieron en suelo brasileño este sábado (28). Ambas decían que, después de todo el sufrimiento de los tiempos esclavistas, una majestuosidad angoleña cruzaría el océano Atlántico y visitaría a su pueblo en la diáspora.
En su primera visita a Brasil, el rey Tchongolola Tchongonga Ekuikui 6º, el 37º de su linaje, las declaró cumplidas. "Todo lo que hemos hecho fue recomendado por nuestros ancestros", dijo.
El rey bailó, cantó, comió y caminó con los quilombolas durante su visita, en la que elogió la gastronomía brasileña y quilombola. "Solo no lloro ahora porque el protocolo no me permite llorar cuando llevo puesto ropa ceremonial", dijo el gobernante con la voz entrecortada durante su discurso.
A pesar del momento simbólico, ningún miembro de alto rango del Gobierno Federal estuvo presente en el evento. Ekuikui 6º tiene previsto quedarse en Brasil hasta el 15 de noviembre. Tiene planeado visitar Bahía, Río de Janeiro y Santa Catarina.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA