La policía colombiana detuvo el lunes (29) en el Aeropuerto Internacional El Dorado, en Bogotá, a una brasileña de 37 años que transportaba en su equipaje 130 sapos de la especie Oophaga histrionica.
Conocido popularmente como sapo punta de flecha, el anfibio está clasificado como críticamente amenazado de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Según la policía, la mujer, que no fue identificada, estaba embarcando en un vuelo a São Paulo, con escala en Panamá, y fue detenida por el delito de tráfico de fauna. Durante la búsqueda, los policías encontraron 130 frascos de película fotográfica camuflados en una maleta, donde estaban los sapos.
En el momento de la incautación, los animales ya presentaban síntomas de asfixia y fueron llevados a un centro de fauna para su recuperación. La especie, venenosa, colorida y de belleza exótica, es deseada en los mercados internacionales por coleccionistas que, de acuerdo con las autoridades colombianas, llegan a pagar hasta R$ 5.000 (US$ 1.000) por cada individuo.
Los sapos punta de flecha miden menos de 5 cm y habitan en las selvas tropicales húmedas de la región del Pacífico, entre Ecuador y Colombia, además de otros países de América Central y del Sur.