Durante una reunión ministerial, el presidente Lula sugirió la posibilidad de convocar nuevas elecciones en Venezuela como una solución a la crisis en el país. Nicolás Maduro fue proclamado reelecto tras las elecciones del 28 de julio, pero el resultado ha sido ampliamente cuestionado por la oposición y líderes regionales.

Un grupo de países, incluido Brasil, ha estado presionando al régimen venezolano para que publique las actas que demuestren la transparencia del proceso electoral. Según relatos de los participantes en la reunión, Lula afirmó que el resultado de las elecciones no podría ser aceptado sin pruebas de que fueron limpias. De lo contrario, señaló, Maduro tendría que convocar un nuevo pleito o enfrentarse a ser llamado dictador para siempre.