El miércoles (1), el Senado aprobó el nombramiento de André Mendonça, de 48 años, como magistrado del STF (Tribunal Supremo Federal). El nombre de Mendonça, exfiscal general de la Unión y exministro de Justicia del gobierno de Bolsonaro, fue avalado por 47 votos a favor y 32 en contra, hubo dos ausencias entre los 81 senadores. Eran necesarios al menos 41 votos para confirmar la nominación de Mendonça en el pleno. El número de votos a favor en el Senado fue el más bajo obtenido entre todos los miembros actuales del Supremo.
A primeras horas de este miércoles, Mendonça fue cuestionado durante ocho horas por la Comisión de Constitución y Justicia. Los miembros del comité confirmaron la nominación por 18 votos a favor y 9 en contra.
El tema central del encuentro fue la cuestión de su religión, un presbiteriano evangélico, y cómo esto afectaría la actuación de Mendonça en el Tribunal. El candidato "terriblemente evangélico", como había prometido Bolsonaro, garantizó el laicismo estatal, descartando el uso de la religión en la Corte Suprema. "Como ya he dicho: en la vida, la Biblia; en el Supremo, la Constitución", justificó.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA