El presidente Jair Bolsonaro (PL) concedió ayer el indulto al diputado Daniel Silveira (PTB-RJ), condenado por el Supremo Tribunal Federal a 8 años y 9 meses de prisión por agredir verbalmente y amenazar a los magistrados de la Corte.
El indulto extingue la pena. Para justificarlo, mencionó la libertad de expresión, "un pilar fundamental de la sociedad", y supuso conmoción por la condena de su aliado, por 10 votos a 1, la víspera, cuando el Supremo todavía pidió la inhabilitación política e impuso una multa.
Por su parte, la defensa dice que el juicio de Silveira fue político.
La condena del diputado y el indulto son la última jugada en el enfrentamiento entre la Corte Suprema y el presidente, que llegó a movilizar actos golpistas en septiembre de 2021 con la corte como blanco principal.
Magistrados del Supremo criticaron la decisión y dijeron a Folha que habrá cuestionamiento judicial - en teoría, sin embargo, el indulto es un instrumento que blinda frente a recursos de los magistrados. La medida presidencial no cambia la inhabilitación de Silveira.
Bolsonaro dijo a los miembros del gobierno que no abandonará el enfrentamiento con el poder judicial. Ante eso, el presidente de la Cámara y aliado del Planalto Arturo Lira (PP-AL) reclamó a los diputados la decisión sobre la destitución del parlamentario.
Para el profesor de derecho penal de la USP Pierpaolo Cruz Bottini, aunque existe una disposición para que el presidente otorgue ese tipo de indulto, el beneficio no tiene sentido en un sistema en el que hay separación de poderes y puede ser revisado por la Corte Suprema .
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA