Los ejecutivos de grandes compañías alemanas con presencia local explicaron al periódico que el empeoramiento del ambiente de negocios en Brasil, marcado por la creciente complejidad tributaria y burocrática, está sacando al país del radar de futuras inversiones.
Los ejecutivos cuentan que los escollos en la economía brasileña hacen que el país pierda protagonismo frente a los asiáticos.
"La situación en los últimos años ha sido muy difícil, Brasil está siendo excluido del futuro escenario de inversiones, perdiendo representatividad frente a Asia", afirma Martin Duisberg, representante del DZ Bank en el país y vicepresidente de la cámara.
Según Duisberg, los 210 millones de consumidores brasileños, que mantenían al país en una posición más privilegiada en el mapa global de las apuestas alemanas, ya no sirven como argumento para atraer inversiones internacionales.
La reclamación de los ejecutivos es unánime y el motivo está en el hecho de que, además de que en los últimos años las compañías han perdido el mercado interno con motivo de la desaceleración económica, también encuentran obstáculos a la hora de exportar.
"Para que la industria logre exportar es necesario mejorar la competitividad de las empresas y hay muchas causas que lo impiden aquí. La dificultad en registrar normas técnicas y propiedad intelectual es una de ellas, la complejidad tributaria es otra", dijo Wolfram Anders, presidente de la cámara y vicepresidente ejecutivo del grupo Robert Bosch en América Latina.
Según Anders, Bosch tiene 39 funcionarios en Brasil para atender cuestiones tributarias, mientras que en España, que tiene una factura similar, la compañía cuenta con sólo cinco.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA