Brasil tenía casi 64,2 millones de personas viviendo en hogares clasificados con algún grado de inseguridad alimentaria (leve, moderada o grave) en 2023. Así lo indican datos de la Pnad Contínua (Encuesta Nacional por Muestra de Domicilios Continua) divulgados este jueves (25) por el IBGE (Instituto Brasileño de Geografía y Estadística).
La escala utilizada en el estudio contabiliza desde hogares con incertidumbre sobre el acceso a los alimentos en el futuro hasta los casos más extremos, de lugares ya afectados por el hambre.
El contingente de casi 64,2 millones residía en 21,6 millones de hogares identificados con inseguridad alimentaria. Estos 21,6 millones de hogares representaban el 27,6% del total de hogares en el país en 2023 (78,3 millones). La proporción ha disminuido en comparación con la serie histórica más reciente del IBGE, aunque el problema aún afecta a casi 3 de cada 10 hogares.
El porcentaje de hogares en inseguridad alimentaria era del 36,7% (o 25,3 millones) en la encuesta del organismo que investigó el tema por última vez, la POF (Encuesta de Presupuestos Familiares) 2017-2018. Pese a que las encuestas son diferentes, sus resultados pueden analizarse en conjunto porque siguen la misma metodología, indica el instituto.
El IBGE utilizó criterios de la Ebia (Escala Brasileña de Inseguridad Alimentaria) para identificar los hogares en condiciones de seguridad o inseguridad alimentaria. El organismo no investigó el tema entre la POF 2017-2018 y la Pnad 2023. Durante este vacío, el país sufrió los efectos de la pandemia de Covid-19.
Con la crisis sanitaria y económica, las familias perdieron ingresos y sintieron el aumento de los precios de los alimentos. Escenas de brasileños buscando donaciones e incluso restos de comida ganaron visibilidad en ese momento.