Poniendo en marcha una estrategia inédita en Brasil, indígenas guaraníes de São Paulo adquirieron acciones de Rumo Logística, la mayor operadora ferroviaria del país, para poder presentar una denuncia a los otros accionistas de la compañía sobre la falta de cumplimiento de medidas ambientales y de protección de derechos. La práctica se conoce como activismo corporativo.
Para participar en la asamblea, los guaraníes compraron seis acciones de Rumo, que se cotizaban ayer a R$ 17 cada una.
La obra del ferrocarril afecta a cerca de 5.000 guaraníes que habitan en cinco territorios indígenas en los municipios de São Paulo, Mongaguá e Itanhaém y Praia Grande (SP), en una de las pocas regiones preservadas de Mata Atlántica en el Estado de São Paulo.
Los indígenas afirman, en la carta leída el miércoles a los accionistas, que de las 101 actividades de mitigación y compensación asumidas por las empresas, 72 "están totalmente paralizadas en este momento".
OTRO LADO
En un comunicado remitido a Folha, la dirección afirmó, a través de su asesoría de prensa, que "estaba ejecutando normalmente los proyectos resultantes" del CI-PBA (Componente Indígena del Plan Básico Ambiental), no obstante, en julio del año pasado la compañía fue informada, "de manera unilateral, que el Comité Interaldeas pretendía recibir los fondos destinados a las acciones y asumir la ejecución de estas".
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA