La contracción del 0,2% del PIB en el primer trimestre de 2019 debe aumentar la presión para que el Gobierno de Brasil adopte medidas de estímulo a la economía, incluida la reanudación de la política de cortes de los tipos de interés.
Las restricciones a la extracción mineral de hierro en Minas, tras la tragedia de Brumadinho, hizo caer la industria minera (-6,3%) y fue determinante para situar el PIB en terreno negativo. La última vez que el sector sufrió tanto fue en la crisis de 2008.
La industria como un todo registró una caída del 0,7%, mientras que la inversión disminuyó un 1,7%. Según el IBGE, una caída más abrupta ha sido evitada gracias al consumo de las familias, que creció ocho puntos en los últimos nueve trimestres. El primer trimestre de este año registró un alza del 0,3%.
El diagnóstico de los analistas es que el empeoramiento del ritmo de la actividad -que no experimentó una vigorosa recuperación tras el fin de la recesión en 2016- exige acciones más allá del esfuerzo por la reforma de las pensiones, mantra de la gestión de Jair Bolsonaro (PSL).
La perspectiva de cambio en este escenario hizo que la Bolsa de São Paulo alcanzara la máxima del mes, volviendo a los 97 mil puntos.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA