En una decisión que tomó por sorpresa al Palacio del Planalto e Itamaraty (Ministerio de Exteriores), el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció ayer, la reimposición inmediata de aranceles a las importaciones de acero y aluminio de Brasil y Argentina.
La medida sería una respuesta a las intervenciones que ambos países habrían realizado en sus respectivas divisas, perjudicando a los productores estadounidenses. El gobierno de Jair Bolsonaro está siendo acusado de devaluar el real, lo que no es posible en Brasil debido al régimen de tipo de cambio oscilante. Es por ello que los especialistas creen que la actitud de Trump tiene un trasfondo político.
Siempre alienado en materia ideológica con la Casa Blanca, Bolsonaro dijo que no ve la medida como una represalia y, si es necesario, llamará a su homoólogo y le pedirá que reconsidere. El sector industrial también fue pillado de sorpresa, pues el aluminio ya está sujeto a tasas en Estados Unidos, y el acero cumple con las cuotas establecidas de exportación.
En un comunicado, las carteras de Economía, Agricultura y Relaciones Exteriores dijeron que trabajarán por el "interés comercial brasileño".
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA