Un estudio del IPEA (Instituto de Investigación Económica Aplicada) sobre las propuestas de reforma tributaria que se están tramitando en el Congreso muestra que la unificación de los impuestos al consumo, con tasas iguales para todos los productos y servicios, reduciría la desigualdad del sistema tributario brasileño.
Habría un impacto positivo para el 90% de la población y un impacto negativo para el 10% más rico.
Hoy en día, el impuesto al consumo es regresivo, es decir, cuanto más pobre es el ciudadano, mayor es la carga tributaria para él. Los impuestos sobre la renta son progresivos y castigan a quienes tienen más recursos.
No obstante, atenuar significativamente esta desigualdad dependerá de cómo se implementará otra de las iniciativas de reforma, que es la creación de un sistema para devolver parte de los impuestos a los más pobres.
Según el estudio, los cinco impuestos que serán unificados por la propuesta de la Cámara representan el 27% de los ingresos del 10% más pobre. Para el 10% más rico, el peso actual es el 10% de los ingresos.
La fusión de cinco tributos previstos en las reformas atenúa ligeramente el perfil regresivo de los impuestos al consumo, que representan el 24% de los ingresos de la décima parte más pobre y el 11% de los ingresos de los más ricos.
En algunos de estos impuestos, las tasas más altas se aplican a los combustibles, la electricidad y las comunicaciones, con un mayor impacto en la cesta de consumo de los más pobres.
Otros estudios también muestran que las familias más pobres gastan proporcionalmente más en bienes, que hoy tienen impuestos más altos, que en servicios.
Por esta razón, la propuesta de la Cámara, que establece tasas iguales para todos los productos y servicios, en parte, reduce la desigualdad del sistema tributario nacional.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA