Un vehículo completamente silencioso, impulsado por electricidad, capaz de recorrer casi 600 kilómetros sin necesidad de repostar y que emite vapor de agua por el escape.
Este es el Toyota Mirai, un vehículo que fue prestado para las pruebas de un proyecto piloto en la Universidad de São Paulo que producirá el primer hidrógeno verde a base de etanol del mundo.
Mirai significa "futuro" en japonés, pero a pesar de ser sugestivo, la elección del automóvil no tiene nada que ver con el nombre, sino con el hecho de que es uno de los pocos modelos equipados con celdas de combustible, que transforman el hidrógeno en electricidad.
Por ahora, el coche se abastece con hidrógeno común. Las primeras vueltas con el producto a base de etanol deberían ocurrir recién a mediados de 2024, cuando la planta piloto, que está en construcción, esté lista para producir los primeros kilos del combustible sostenible.
El hidrógeno verde recibe ese nombre porque se produce a partir de fuentes renovables, a diferencia de la versión común que proviene de fuentes fósiles, principalmente el gas natural.
Actualmente, el método de producción más utilizado es mediante la división de las moléculas de agua mediante energía solar o eólica. El objetivo del proyecto piloto de la USP es desarrollar una nueva forma, utilizando el etanol como fuente.
El hidrógeno verde ha ganado relevancia en el debate climático debido a su potencial para descarbonizar sectores como el transporte, la siderurgia, la industria química y la propia generación de energía eléctrica.
No obstante, el transporte de este combustible sigue siendo un desafío, ya que requiere un almacenamiento a bajas temperaturas y alta presión, lo que dificulta la logística y encarece el producto final.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA