El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (PT) prevé cerrar el primer año de mandato con un déficit de R$ 177,4 mil millones [US$ 36 mil millones] en las cuentas, un empeoramiento con respecto a la estimación anterior y aún más lejos de la meta establecida por el ministro Fernando Haddad (Hacienda), que es entregar un déficit de hasta el 1% del PIB (Producto Interno Bruto) en 2023.
En septiembre, el Gobierno esperaba un déficit de R$ 141,4 mil millones [ US$ 29 mil millones] en las cuentas del gobierno central (que incluye el Tesoro Nacional, el INSS y el Banco Central), equivalente al 1,3% del PIB.
La nueva proyección significa un déficit del 1,7% del PIB, según datos divulgados este miércoles (22). Como informó Folha, para la medición oficial del cumplimiento de la meta, el resultado fiscal aún sufrirá un empeoramiento adicional de R$ 26 mil millones [US$ 5,3 mil millones], referentes al rescate de valores "abandonados" en las cuentas del Fondo PIS/Pasep. En la práctica, el déficit oficial llegaría a R$ 203,4 mil millones [US$ 41.500] (1,9% del PIB). La LDO (Ley de Directrices Presupuestarias) autoriza un déficit de hasta R$ 213,6 mil millones, lo que corresponde al 2% del PIB. Por lo tanto, los números no indican un incumplimiento formal de la regla.