Brasil carece de plan claro para la transición energética

Los plazos para reducir el uso de combustibles fósiles siguen siendo indefinidos

Brasil no cuenta con planes ni metas para prescindir de los combustibles fósiles, responsables del calentamiento global y la tercera mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero en el país, siendo las principales la tala y la agricultura.

El gobierno de Lula (PT) asumió el compromiso en la ONU de eliminar las emisiones para 2050, y el ministro Alexandre Silveira (Minas y Energía) afirmó que el petróleo seguirá siendo importante durante entre 20 y 30 años, pero el país no ha establecido plazos intermedios para reducir el uso de estas fuentes de energía.

Además, el plan que debería guiar las acciones contra la crisis climática nunca ha sido actualizado. Lanzado en 2008, preveía acciones hasta 2017.

"Nuestra política no es de transición energética. Aún es, especialmente hasta 2030, de expansión de estos combustibles", dice Natalie Unterstell, del Instituto Talanoa.

Actualmente, Brasil es el octavo productor de petróleo del mundo y se espera un aumento del 63% entre 2022 y 2030. En un comunicado, el Ministerio de Minas y Energía afirma que la política climática será detallada en un futuro plan y que la transición energética "no es un proceso de ruptura".

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