Los escudos de las más de 5.000 ciudades de Brasil pueden ser "leídos" como una crónica de la relación de los brasileños con los ambientes naturales del país, se desprende de un nuevo estudio. La mala noticia es que, en gran medida, esa relación es retratada con aires predatórios: la gran mayoría de los símbolos municipales destaca cosechas lucrativas, extracción de recursos naturales y ganado, mientras que especies nativas raramente son exaltadas.
El análisis, que analizó los elementos que componen los escudos de 5.197 municipios brasileños (93,3% del total), salió en un artículo en la revista especializada Anais da Academia Brasileira de Ciências. El trabajo fue coordinado por Juliano André Bogoni, de la Universidad del Estado de Mato Grosso, y contó con la participación de colegas de la USP, de la UFSC (Universidad Federal de Santa Catarina), del Instituto Juruá (AM) y del Instituto Pró-Carnívoros (SP). Bogoni contó a Folha que la idea para la investigación comenzó a gestarse cuando encontró una taza de la década de 1970 con el escudo de su ciudad natal, Ipumirim, en el interior de Santa Catarina.
Para estudiar la "ecología histórica" del país con base en los escudos, el equipo contabilizó la presencia de diferentes categorías de elementos en ellos: fauna nativa, flora, uso de recursos naturales, prácticas agrícolas, tipos de cosecha, tipos de ganado, paisajes (ríos, lagunas, etc.), alusiones a la cultura indígena y africana y clases de pesca, entre otros.
El análisis de esta multitud de datos mostró que, en cierto sentido, los escudos son extrañamente monotemáticos. Casi la mitad de los símbolos presentes en ellos (48,6%) son representaciones ligadas a la agricultura, por ejemplo. Después de eso viene la extracción de recursos naturales (30,5%) y la cría de ganado (30,5%).
Vertebrados de la fauna nativa brasileña, por otro lado, equivalen a apenas el 5,3% de los símbolos de los escudos (los invertebrados están en apenas el 0,4% de los casos). En general, cada especie de animal nativo solo aparece una vez en la base de datos, y la gran ironía es que los más comunes, como jaguares y tapires, en muchos casos solo aparecen en el escudo de municipios creados cuando estos animales ya habían sido extintos en su territorio.