Año escolar de São Paulo testa currículo elogiado pero pierde con rotación de profesores

Folha sigue de cerca el trabajo de maestros a lo largo de 2018 siendo testigo del día a día de las escuelas públicas de São Paulo

Fábio Takahashi
São Paulo

La profesora Viviane Vizzioli, de 49 años, fue recibida en el aula, una tarde de octubre, con un gran corazón dibujado en la pizarra, hecho por sus estudiantes del segundo B. Con siete años, habían llevado a clase pasteles y le habían dejado un mensaje: "Disculpa profesora  Viviane por ayer ".

Los alumnos de la escuela municipal Pedro Aleixo, en la periferia de la zona este de São Paulo, incumplieron el día anterior los pedidos de la profesora para que terminaran sus dibujos.

"Después de haberse portado fatal, los estudiantes se sintieron mal por haberme decepcionado", contó la profesora. Ella fue la tercera docente a asumir la clase en aquel año escolar, debido a la licencia de maternidad de la primera titular.

Como la legislación exige que sólo se abra el proceso de sustitución después del alejamiento de la regente, una segunda profesora, de otra unidad, se quedó con la clase temporalmente hasta que Viviane llegó.

Viviane mostraba preocupación. La clase, considerada en la escuela como educada y comprometida, iba retrasada debido a los cambios de docentes. Los alumnos en aquella clase son hijos de cocineras, taxistas, vigilantes y de otros profesores.

Apenas, cuatro de los 30 niños de ese 2º habían aprendido las sílabas, y eso que lo esperado era que ya estuvieran al menos cerca de estar alfabetizados, leyendo historietas o titulares de periódico.

En noviembre, Viviane sufrió un derrame, menos de dos meses después de asumir la clase. Estuvo internada pero murió días después. Un cuarto profesor será el encargado de terminar el año escolar.

Profesor Renato de Almeida Jaques, 37, el cuarto a asumir la clase del 2º año - Lalo de Almeida

BASE NACIONAL COMÚN CURRICULAR

El documento nacional orientador, llamado Base Nacional Común Curricular, fue discutido y aprobado durante los gobiernos de Dilma Rousseff (PT) y Michel Temer (MDB).

El documento despierta una alta expectativa. Para los gerentes y especialistas está considerado una de las principales medidas para mejorar la educación del país, donde el 70% de los estudiantes se gradúan de la educación básica con 17 años de edad, sin el conocimiento esperado de legua.

Con el nuevo estándar curricular se espera que la formación de los profesores mejore a lo largo de los próximos años, pues las facultades de educación podrán diseñar sus carreras sobre esta base.

Uno de los principales objetivos es dejar claro lo que cada uno de los 48 millones de estudiantes de Brasil debe saber al final de cada ciclo formativo.

Parte de las redes de enseñanza ya tiene currículo propio. Pero cada uno puede tener sus propios objetivos y metas.

Se estandariza ahora, por ejemplo, que los niños deben estar alfabetizados hasta el final del 2º año, entre siete u ocho años de edad. Hasta entonces, la meta federal indicaba que el límite fuera un año más tarde.

A lo largo de 2018, el periódico escuchó elogios dirigidos al nuevo currículo municipal, considerado moderno por proponer que el alumno busque activamente el conocimiento y no espere al profesor dictarlo. El material didáctico proporcionado fue visto como eficiente.

Por otro lado, hay reclamaciones sobre la estructura para la implantación del documento, como falta de formación para docentes y retraso en la entrega de materiales.

También se verificaron problemas estructurales que dificultan la adopción de una política como ésta.  El vaivén de profesores y directores es algo que es evidente.

TIEMPO LÍMITE

El número de estudiantes de la red de enseñanza del Ayuntamiento de São Paulo es superior al que Natal (RN) o Boston (EEUU) tienen de población - el sistema educativo paulistano tiene 1 millón de alumnos, en el infantil y fundamental, y 60 mil funcionarios.

Ha sido difícil aumentar la calidad en una red tan grande, a pesar de ser la ciudad con la mayor economía de Brasil.

Se sitúa por debajo del rendimiento esperado cerca del 60% de los estudiantes del 5º año (11 años de edad) en matemáticas. Tienen dificultades, por ejemplo, de saber el total de minutos que representa una hora y veinte minutos.

El secretario de Educación, Alexandre Schneider, consideró el cambio del currículo una forma de intentar mejorar la calidad. En mayo de 2017, en un mensaje a sus contactos de WhatsApp, informó que la red de enseñanza se alinearía al nuevo documento nacional. Que ni siquiera estaba listo en aquél momento. Sólo se conocían documentos provisionales.

"No puedo perder tiempo", explicó el secretario al periódico en una entrevista en su gabinete, en enero. "Si demoramos, el currículo llegará a las escuelas sólo en el tercer año de gestión, al año siguiente ya hay elecciones a alcalde, todo se complicaría".

A pesar del breve tiempo, se escucharon a 44 mil estudiantes y 16 mil profesores en la elaboración del documento municipal, llamado Currículo de la Ciudad. La versión final quedó a cargo de equipos de la Secretaría, con ayuda de consultores.

El secretario dijo que se preocuparon de no hubiera una ruptura con lo que ya venía siendo practicado. Sólo ajustes y reorganizaciones.

El documento paulistano también incorporó principios sugeridos por las Naciones Unidas, que recomiendan enseñar conceptos de desarrollo sostenible. La ONU elogió la iniciativa. Otros ayuntamientos, como de Teresina, están usando el currículo paulistano como inspiración para aplicar la directriz nacional.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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