La historia está en la piel de quienes viven en la vecindad al norte de la avenida Paulista, pero fue necesario excavar profundamente para que São Paulo llegara a sus 470 años reconociendo formalmente ese territorio también como perteneciente a los negros cuyos ancestros fueron forzados a trabajar en la construcción de la ciudad.
Las excavaciones para la futura estación de metro en el corazón de Bixiga, un barrio recordado por la inmigración italiana, abrieron paso para encontrar pruebas de un símbolo de resistencia de los africanos esclavizados, el Quilombo Saracura.
Fue precisamente en el subsuelo de otro hito de la ancestralidad de sus habitantes, la sede de la escuela de samba Vai-Vai, expropiada y demolida para dar lugar a la estación, donde se encontraron en 2022 utensilios y prendas de vestir de los quilombolas.
La revisión de la historia de la ocupación de Bixiga encuentra un precedente reciente en otro barrio del centro. En 2018, la demolición de un casa para la construcción de un centro comercial por empresarios chinos en el barrio de Liberdade sacudió la estructura de la capilla de los Aflitos, construcción remanente del cementerio del mismo nombre donde se sepultaban a los esclavos en el siglo XIX.
Allí se encontraron nueve osamentas, de las cuales dos llevaban cuentas de vidrio azul típicas de cultos de matriz africana, indicando que eran vestigios humanos de esclavizados.