El futmesa, una mezcla de fut-voleibol y ping-pong, conquista las playas de SP

El objetivo es mantener la pelota en el aire después de botarla en la mesa y pueden participar hasta cuatro jugadores

Los amigos Mauricio Fridrich, 20, y Bruno Perna, 20, juegan futmesa durante las vacaciones de verano en la playa de la Baleia, en São Sebastião Zanone Fraissat

Mariana Zylberkan
São Paulo

De lejos, parece una mesa de bar. De cerca, una especie de juego de ping-pong con un balón de fútbol. En la práctica, el futmesa ha aparecido en las playas del litoral norte de São Paulo como una alternativa a la tradicional pachanguita en la arena.

El fútbol es común en centros de entrenamiento de equipos de fútbol profesionales, pero ha ido conquistando espacio entre los aficionados justamente por proponer una nueva dinámica de juego.

Se juega en dobles o cuartetos, y la regla es mantener el esférico en el aire tras botarlo en la mesa. Para ello, valen cabezas, patadas y o el pecho. Así como en el fútbol, la mano no puede tocar el balón.

A diferencia de los partidillos usuales poco antes de la puesta de sol en la playa, el futmesa demanda la participación de menos jugadores y tiene como objetivo entrenar habilidades, como el dominio de balón.

Además del futmesa, el juego es llamado de teqball, mesabol y fut toc y puede ganar adaptaciones inspiradas en el futbolista y hasta en el frescobol, ya que el desafío es mantener la pelota en movimiento.

La modalidad tuvo sus inicios en España, con Ronaldinho Gaúcho como chico-propaganda. El exjugador estrenó los primeros vídeos de la modalidad, en 2016.

En Brasil, la práctica del futmesa empezó a ganar relevancia en las redes sociales a principios de este año, cuando surgieron vídeos de Neymar tocando pelota sobre la mesa durante los entrenamientos de la selección brasileña. El crack aparece descalzo durante un entrenamiento en el que parece divertirse mientras calienta.

Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA

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