A las declaraciones de la primera dama, Bia Doria, sobre las personas sin hogar y su opción de vivir en las calles porque son más atractivas y no requieren responsabilidades, le siguieron multitud de críticas. Entre ellas, pedidos para que abandone la administración del Fondo Social de São Paulo, que brinda asistencia a las personas en situación de vulnerabilidad social.
Durante una charla con la socialité Val Marchiori, la esposa del gobernador João Doria dice que a los sintechos no se les debe ofrecer comida porque tienen que salir de las calles, un lugar que, según ella, les proporciona una vida cómoda.
"No está bien salir a la calle y dar comida, porque la persona debe ser consciente de que tiene que salir de las calles. La calle hoy en día es atractiva, a la persona le gusta quedarse allí".
Símbolo de la Pastoral do Povo de Rua, en São Paulo, el padre Júlio Lancelloti dijo que las palabras de Bia Doria revelan un simplismo frío e intencional para reforzar el "pensamiento elitista, racista, discriminatorio y perjudicial sobre las personas al margen de la sociedad".
Con 35 de sus 71 años liderando trabajos sociales dirigidos a personas sin hogar, Lancelloti dice que las personas sin hogar "no eligen las aceras de la ciudad por gusto".
"La calle se presentaba como la única opción para la mayoría de ellos. Y vivir en la calle es sobrevivir. No hay acceso a agua potable, instalaciones sanitarias ni garantía de seguridad y dignidad".
Los datos oficiales muestran que la población sintecho continúa creciendo en la capital de São Paulo.
El censo más reciente de la ciudad mostró que el número de personas sin hogar en la metrópolis llegó a 24.344 personas en 2019, un 53% más que hace cuatro años.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA