Tres años después del mayor desastre de la historia de la minería, en Mariana (MG), Brasil registró una nueva tragedia. Una represa se rompió y al menos otra se desbordó como consecuencia, en Brumadinho, en la región metropolitana de Belo Horizonte. Cerca de 300 personas están desaparecidas, de acuerdo con el Cuerpo de Bomberos.
Las instalaciones pertenecen a la empresa Vale. Según el presidente de la compañía, Fabio Schvartsman, el daño ambiental será mucho menor que el de Mariana, pero la tragedia humana es mayor.
Los desechos de mineral de hierro arrasaron un área administrativa de la empresa, donde había más de 400 empleados y colaboradores alrededor de las 13h, y también llegaron a una zona residencial y una posada.
34 cuerpos fueron encontrados hasta ahora. Nueve personas fueron retiradas con vida del lodo y cerca de 189 que se encontraban aisladas fueron rescatadas. De acuerdo con datos que el representante de Vale transmitió al gobernador minero, en el momento de la tragedia, había 427 personas en el lugar, de las cuales 279 fueron encontradas vivas.
La ruptura de la represa liberó 13 millones de metros cúbicos de desechos, que entraron en el río Paraopeba. Los primeros cálculos apuntan a que este volumen representa apenas una cuarta parte de lo que se desbordó cuando tuvo lugar el accidente de la represa de Fundão, en Mariana, que pertenecía a Samarco, compañía controlada por Vale y BHP Billiton.
En aquella ocasión, en noviembre de 2015, 19 personas murieron y miles se vieron afectadas por los estragos del rastro de lodo, que contaminó el río Doce y llegó hasta el litoral de Espírito Santo, matando animales y perjudicando el abastecimiento de agua.
A lo largo de la tarde del viernes, parientes de desaparecidos en Brumadinho intentaban buscar información sobre sus familiares.
El Instituto Inhotim, localizado en el municipio, que alberga un jardín botánico y un acervo de artes plásticas, uno de los más importantes de Brasil, fue evacuado como medida de seguridad y permanecerá cerrado al menos hasta el domingo. También fueron evacuados los residentes de las ciudades cercanas.
En una entrevista, el presidente Jair Bolsonaro declaró que la tragedia podría haberse evitado. Evitó apuntar a culpables, no obstante, dijo que cabría a Vale anticiparse a los problemas.
"La administración de Vale do Rio Doce no tiene nada que ver con el Gobierno Federal. Sólo nos corresponde la fiscalización por parte del Ibama, que es un órgano vinculado al ministerio del Medio Ambiente, y buscar medios para anticiparnos a los problemas, pero estos medios parten primero de la empresa que ejecuta la obra”.
Según el informe de la ANA (Agencia Nacional de Aguas) divulgado a finales del año pasado, con datos de 2017, al menos 45 presas en Brasil son consideradas vulnerables y presentan riesgo de ruptura. Las de Brumadinho no figuraban en esta lista.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA
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