Durante los últimos años, los fiscales de la Operación Lava Jato esquivaron los límites legales para obtener de manera informal datos confidenciales del Fisco en diferentes ocasiones, según se desprende de los mensajes obtenidos por The Intercept Brasil y analizados por Folha y el medio digital.
Las conversaciones indican que los miembros del grupo de investigación de la Operación en Curitiba recabaron información tributaria sin interponer un pedido formal y sin que el Tribunal hubiera emitido una orden judicial para levantar el secreto fiscal de las personas objeto de investigación.
Para obtener los datos, los fiscales contaron con la cooperación del inspector fiscal Roberto Leonel, que estuvo al frente del área de inteligencia de la agencia tributaria en Curitiba hasta 2018 para poco después asumir la presidencia del Coaf (Junta de Control de Actividades Financieras), ya en el gobierno de Jair Bolsonaro (PSL).
Los mensajes analizados por Folha e Intercept muestran que el grupo de fiscales estableció una estrecha relación de trabajo con Leonel y que incluso recurrió a él para cotejar sus hipótesis, sin ningún elemento objetivo para justificar el acceso a los datos de los entes fiscales.
A principios de 2016, los fiscales utilizaron este archivo con frecuencia durante las investigaciones sobre reformas llevadas a cabo por contratistas en la finca de Atibaia (SP) frecuentada por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT), un caso que acabó en la segunda condena del exmandatario.
De enero a marzo de este año, el grupo de investigadores le pidió a Leonel que reuniera información sobre la nuera de Lula, la ama de llaves, el patrimonio de sus antiguos dueños y las compras que la esposa del líder del PT, Marisa Leticia Lula da Silva, habría realizado en la época.
El grupo de investigación de la Lava Jato en Curitiba y el Fisco declararon que el intercambio de información entre ellos durante las investigaciones está permitido por ley y se produce dentro de los límites que respetan la confidencialidad garantizada de los contribuyentes.
Ante esta revelación, ni Leonel ni el Coaf han querido hacer declaraciones.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA