Luiz Inácio Lula da Silva fue elegido nuevamente presidente de Brasil. El líder del PT ganó la segunda vuelta de la disputa, celebrada este domingo (30), al derrotar al actual jefe del Ejecutivo, Jair Bolsonaro (PL), el primer mandatario en no ser reelegido.
Según datos del cómputo realizado por el TSE (Tribunal Superior Electoral), Lula tiene el 50,83% de los votos válidos, contra el 49,17% del actual presidente de la República.
Cuando Lula, de 77 años, asuma el cargo en enero, será el titular del cargo de mayor edad en la historia. Será su tercer paso por el gobierno, que lideró en dos mandatos (2003-2010).
Después de la muy inusual campaña de 2018, cuando los brasileños eligieron a un oscuro diputado federal con un discurso de extrema derecha como reacción a la actual implosión del sistema tradicional de partidos, esta vez la mayoría del electorado buscó consuelo en una figura conocida.
De hecho, Lula pasó la jornada electoral vendiendo la idea de un regreso al pasado, cuando la economía mundial era diferente y favorable a Brasil. Los diversos escándalos de corrupción asociados a su partido, el PT, mantuvieron alto su rechazo, por encima del 40 %, pero el carácter plebiscitario de la elección fue peor para Bolsonaro, que siempre registró al menos el 50 % del disgusto de los votantes.
El entonces candidato del PT no quiso apostar por soluciones claras a problemas centrales, que tampoco existen en la retórica radical de Bolsonaro, quien pasó todo su mandato en una escalada autoritaria que culminó en ataques contra el mismo sistema electoral que lo eligió.
Desde 2020, se ha hablado abiertamente sobre el complot golpista del actual presidente y qué apoyo podría obtener, llegando incluso a inusuales manifestaciones por parte de EE UU a favor de la democracia brasileña.
Traducido por AZAHARA MARTÍN ORTEGA