En el día en que celebró 35 años, la psicóloga Marília Alves Facco, de 43 años, fue invitada por los empleados del Juzgado de la Infancia y Juventud del Foro de Lapa, en São Paulo, a conocer a los hermanos gemelos Laura y Lucas, en aquel momento con casi dos años y en la lista de adopción.
Ella y su esposo, Emerson Paes Barros, de 50 años, llevan juntos 24 años y, desde el inicio de la relación, planeaban la adopción. La pareja completó el proceso de habilitación y en ningún momento hizo distinción por el color de piel. Laura y Lucas, ambos de nueve años, son negros.
En Brasil, un menor de edad negro encuentra una familia por cada cuatro blancos adoptados. El porcentaje de niños y adolescentes negros adoptados ha aumentado desde 2019, cuando comenzó el conteo del Consejo Nacional de Justicia.
En el primer año de la serie del histórico, de los 759 menores enviados a adopción, el 6% (44) eran negros, mientras que los mestizos y blancos representaban el 31% (239) y el 28% (212), respectivamente.
Este año, desde enero hasta el 13 de noviembre, se adoptaron 698 menores; de ellos, el 13,2% (92) eran negros.