El gobierno de Lula ha creado mediante una medida provisional un fondo privado para financiar becas con el objetivo de mantener a estudiantes pobres de la educación secundaria en las aulas.
El programa recibirá hasta R$ 20 mil millones (US$ 4 mil millones) en recursos del presupuesto y en acciones de empresas estatales o de compañías en las que el gobierno tiene participación minoritaria.
El plan es iniciar el pago de las becas, aún sin un valor definido, en 2024. Se espera beneficiar a jóvenes de familias inscritas en el Cadastro Único. Brasil tiene 7,9 millones de estudiantes de educación secundaria.
El monto del aporte inmediato al fondo, necesario para el diseño del programa, está siendo objeto de negociaciones internas en el Gobierno.
Existen dudas sobre la adecuación de la medida a las reglas fiscales. Una de las críticas es la posibilidad de utilizar acciones para inyectar recursos en el fondo, en una operación que quedaría fuera del presupuesto.
Olavo Nogueira Filho, del Movimiento Todos pela Educação, señala que la iniciativa es pertinente, pero no debe verse como una "bala de plata" contra la deserción escolar.